Peter Sagan y sus Oakley Jawbreaker se coronan como campeones del mundo en Richmond.

El ciclista eslovaco se ha sacado varias espinas de una sola tacada. Este año muchos lo criticaban o incluso se mofaban, por su papel de “poulidor”, al obtener tantos segundos puestos. A pesar del verde del Tour…

Se dice de él que es un gran ciclista, pero que ser “medio bueno” en muchos terrenos al final no garantiza el éxito en ninguno. Puede que tengan parte de razón en esas críticas, pero el hecho es que es muy joven y ha de encontrar su camino aún.

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Y en este mundial desde luego ha demostrado que tiene clase para dar y tomar. Bien es cierto que no se ha desgastado nada, ya que otros equipos han sido los encargados de controlar la carrera. Pero los mundiales de ciclismo son así de toda la vida.

La carrera ha sido bastante aburrida hasta como casi siempre, las dos últimas vueltas. El equipo que más empeño ha puesto en controlarla fue el conjunto holandés, que contaba con la baza de Dumoulin y Mollema.

La racanería castigó a Alemania, que quizá contaba con los mejores sprinters para llevarse el arcoíris a casa: Degenkolb y Greipel. Ni rastro de ellos en los kilómetros finales.

Misma racanería para Italia(como siempre), que tenía a Benatti, y en las últimas vueltas contaba hasta con 6 ciclistas en el grupo de cabeza.

España no pudo dar más de sí, Purito dijo que trató de endurecer la carrera para que otros equipos se castigaran y de esa forma beneficiar a Valverde, habrá que creerle. El marciano cumplió como casi siempre, y finalizó en 5ª posición.

Así que tras los múltiples intentos de fuga y consiguientes neutralizaciones, se llegó a la última vuelta con un gran grupo en el que todos luchaban contra todos.

Y el más listo de la clase fue “Ill bello Peter”. La última imagen que teníamos del eslovaco, era un tanto bochornosa, me recordó a mi hijo dando patadas a la bici por pura frustración, cuando se caía de ella.

Así que el ciclista de Tinkoff sacó la chistera, tiró de potencia en el duro repecho de 23 street, y ya no hubo manera de cazarle.

Merecidísimo, sin ninguna duda. Sagan es un corredor que tiene mucho caché en los Estados Unidos, merced a su victoria en el Tour de California, y a su tirón entre el público femenino. Hay que admitirlo, el chaval es guapo, hay quien dice que tiene un aire a Brad Pitt

Así que cuando cruzó la línea de meta como campeón del mundo, montó un pequeño show, en el fondo es un showman. Lanzó la bici hacia delante, y por fortuna su asistente estuvo rápido y la agarró del sillín antes de que se fuera al suelo. Posteriormente protagonizó un romántico momento con su pareja. Estuvieron besándose durante casi 5 minutos ante la multitud de fotógrafos que los rodeaban, y posteriormente en su camino al podio se puso a una de sus especialidades: hacer caballitos con la bici, tal y como hiciera en la subida al Angliru para deleite de los espectadores. Fijaos en este vídeo de más jovencito y sus cabriolas sobre la “cabra”

Es todo un personaje, pero la verdad es que le pega ser así. Yo no le considero un tío vanidoso.

Además ha hecho unas declaraciones donde hizo un llamamiento al mundo del deporte para cambiar el mundo a mejor. Gran gesto por su parte.

Y eso fue todo allá por las américas. El año que viene Peter Sagan portará el Arcoiris por las carreteras de media europa, y veremos que Oakley elige para acompañarle.

Ya sabes que en Sunglasses Restorer nos apasiona el ciclismo, y esta semana vamos a sacar otro artículo hablando de otros titanes, nunca mejor dicho. Los que se atrevieron a ir desde Madrid a Lisboa sin parar ni para el bocadillo, en la prueba de MTB Powerade Non Stop.

Estamos pendientes de recibir unas fotos y en cuanto las tengamos, colgaremos el artículo de lo que dio de si la carrera. Tiene mucha miga.

Hasta pronto.